Así dice "ya vengo" el cáncer de vesícula: 5 señales tempranas


El primer síntoma del cáncer de vesícula biliar puede ser un dolor abdominal leve o una sensación de pesadez en el lado derecho, justo debajo de las costillas. Algunos pacientes experimentan esta molestia como una sensación de tirantez en lugar de un dolor agudo. Esta molestia puede aparecer y desaparecer, lo que puede hacer sospechar indigestión, gases o cálculos biliares. Cualquier dolor persistente o inusual en esta zona no debe ignorarse, ya que se localiza cerca del hígado y la vesícula biliar.

Las náuseas suelen presentarse en las primeras etapas del cáncer de vesícula biliar tras ingerir pequeñas cantidades de alimentos. La prevalencia de náuseas en diversos trastornos digestivos suele llevar a que las personas pasen por alto este síntoma. Si las náuseas persisten durante varias semanas o empeoran sin causa aparente, como embarazo, malestar estomacal, etc., se debe consultar a un médico. Sin embargo, tenga en cuenta que las náuseas también pueden deberse a muchos otros factores y no siempre son un síntoma de cáncer de vesícula biliar.

Las personas con cáncer de vesícula biliar en etapa temprana suelen comer menos sin motivo aparente y experimentan una pérdida de peso inesperada. Aunque este síntoma aparece gradualmente, es una señal de alerta importante, ya que el cáncer altera tanto el uso de energía como la absorción de nutrientes en el cuerpo. Consulte a su médico si experimenta pérdida de peso involuntaria o pérdida prolongada del apetito.

En el cáncer de vesícula biliar, la obstrucción de las vías biliares provoca la acumulación de bilis en el torrente sanguíneo. La ictericia causa una coloración amarillenta de la piel y el blanco de los ojos. En las primeras etapas, esta coloración amarillenta es sutil y difícil de detectar, especialmente en personas de piel oscura. Los primeros síntomas de acumulación de bilis incluyen picazón, orina oscura y heces pálidas. Incluso si son leves, deben revisarse de inmediato. Aunque la ictericia no sea cancerosa, es completamente tratable si se detecta a tiempo y no causa daños a largo plazo.

La fatiga y la debilidad persistentes e inexplicables pueden indicar diversos problemas médicos o la presencia de cáncer de vesícula biliar. La fatiga que se experimenta en este caso va más allá de la fatiga típica, ya que empeora y persiste con el tiempo. Las personas a menudo ignoran este síntoma porque imita problemas de salud comunes y lo atribuyen al estrés o la falta de sueño. Si la fatiga se acompaña de dolor abdominal o náuseas, se debe consultar a un médico de inmediato.
ntv